Las lagrimas de la luna: Capitulo 6 (Relato ciencia ficcion)
Capitulo 5: El mundo cambia parte 2
Me encontraba rodeado de humanos infectados por la locura misma plasmada en una sustancia azulada, "malditos sean todos" dije en aquel momento que comenzaron a acercase a mi abruptamente, se movían lentamente casi arrastrándose, estaba tan enojado con estas cosas azules que han convertido todo mi mundo en una horrenda pesadilla. Comencé a correr esquivando aquellos pobres infelices convertido en comida andante, entre a la pequeña ciudad de paso en busca de mas gente, pero la poca que habia se encontraba siendo víctima de las criaturas infectadas, era una escena aterradora tan llena de cosas absortas de la realidad misma.
Después de haber esquivado tanto a los animales y personas sucias, logre meterme a un edificio departamental subiendo las escaleras hasta llegar al tercer piso, cerré todas las puertas tras de mi y bloquee las entradas del edificio con algunos muebles de los departamentos, fue impresionante la velocidad a la que forme un fuerte donde estar seguro. Estaba agotado, aun estaba tan desconcertado, ¿como pudo irse todo tan rápido al carajo? Apenas hace unos días estaba con mis amigos disfrutando de unas buenas vacaciones y ahora estoy aquí, solo, enmedio de una ciudad convertida en un caos efectuado por extrañas viscosidades azules, necesito dormir, estaba tan agotado que me quede dormido recostado en la pared.
Estaba soñando espeluznantes escenas donde recordaba a mis amigos en aquel horrendo culto, podia ver a aquel palpitante capullo que vibraba de forma disparatada, mis amigos mostraban el despreciable regalo que guardaban en sus entrañas, luces, oscuridad, ese maldito aroma y la maldita sensación de algo viscoso recorriéndome el cuerpo, algo tan asqueroso que infectaba hasta por el mas minúsculo poro del cuerpo, pronto todo comienzo a rodearme, como si fuera tragado por ese condenado gel, pero ahora yo me entregaba a el... No no podia estar pensando esto... debo despertar, esto es una trampa de esa condenada criatura.
Trate de reaccionar y lo logre al golpearme en la cabeza con la pared donde esta tirado, habia logrado salvarme de la perversión inducida por el capullo que de alguna manera parece ser psíquico. Ese capullo el cual tengo el presentimiento de que es el causante de todo esto, cual sera su propósito al venir a la tierra a infestar el planeta con las cosas azules. Entren mas lo pensaba mas de dolía la cabeza, eso sumado mas el hambre y la falta de agua me estaban debilitando demasiado, comencé a investigar el edificio en el que me encontraba oculto.
Habitación por habitación fui buscando lo que fuera, gente, comida, armas o lo que fuera, encontré restos de comida en casi putrefacción, habia tantas cosas y yo tenia tanto odio por las manchas azules que comencé a desarmar todo lo que pude y comencé a construirme un arsenal para hacerles frente, no pienso quedarme aquí comiendo basura esperando a que vengan por mi, aniquilare cualquier porquería que me tope enfrente.
Cree un lanzallamas con el mecanismo de las estufas y calentadores de agua que encontré, los conecte a tambos de gas, fabrique cuantas bombas pude, busque cualquier cosa que se pudiera quemar y fabrique con ella algún arma con la que me vengaría de estas porquerías. No tardo mucho en que los infectados me encontraran, los insectos fueron los primeros en llegar y les aniquile como lo que eran, pero pronto aparecieron las bestias y los humanos que comenzaron a colarse como viles medusas por entre las brechas de mi barrera.
Era el momento de encenderlo todo, queme todo lo que habia a mi alrededor, esas cosas no se acercaron asi que yo lleve el infierno hasta ellas, queme a cada una de esas cosas, comienzo a incendiarse todo el lugar y pronto todos comenzaron a huir, seria un idiota suicida si me quedaba yo también, salte desde el segundo piso cayendo encima de un camión, por suerte no me fracture nada. Pero mi alivio fue temporal porque por las calles caminaba una inmensa criatura, como un insecto que tenia pegados los cuerpos de los habitantes del lugar siendo disueltas por la baba azul.
El destino es algo cruel y visceral, el mundo ahora es una masa amorfa infecta llena de una vida ajena a sus entrañas o ¿es acaso esta la vida primigenia?
Trate de reaccionar y lo logre al golpearme en la cabeza con la pared donde esta tirado, habia logrado salvarme de la perversión inducida por el capullo que de alguna manera parece ser psíquico. Ese capullo el cual tengo el presentimiento de que es el causante de todo esto, cual sera su propósito al venir a la tierra a infestar el planeta con las cosas azules. Entren mas lo pensaba mas de dolía la cabeza, eso sumado mas el hambre y la falta de agua me estaban debilitando demasiado, comencé a investigar el edificio en el que me encontraba oculto.
Habitación por habitación fui buscando lo que fuera, gente, comida, armas o lo que fuera, encontré restos de comida en casi putrefacción, habia tantas cosas y yo tenia tanto odio por las manchas azules que comencé a desarmar todo lo que pude y comencé a construirme un arsenal para hacerles frente, no pienso quedarme aquí comiendo basura esperando a que vengan por mi, aniquilare cualquier porquería que me tope enfrente.
Cree un lanzallamas con el mecanismo de las estufas y calentadores de agua que encontré, los conecte a tambos de gas, fabrique cuantas bombas pude, busque cualquier cosa que se pudiera quemar y fabrique con ella algún arma con la que me vengaría de estas porquerías. No tardo mucho en que los infectados me encontraran, los insectos fueron los primeros en llegar y les aniquile como lo que eran, pero pronto aparecieron las bestias y los humanos que comenzaron a colarse como viles medusas por entre las brechas de mi barrera.
Era el momento de encenderlo todo, queme todo lo que habia a mi alrededor, esas cosas no se acercaron asi que yo lleve el infierno hasta ellas, queme a cada una de esas cosas, comienzo a incendiarse todo el lugar y pronto todos comenzaron a huir, seria un idiota suicida si me quedaba yo también, salte desde el segundo piso cayendo encima de un camión, por suerte no me fracture nada. Pero mi alivio fue temporal porque por las calles caminaba una inmensa criatura, como un insecto que tenia pegados los cuerpos de los habitantes del lugar siendo disueltas por la baba azul.
El destino es algo cruel y visceral, el mundo ahora es una masa amorfa infecta llena de una vida ajena a sus entrañas o ¿es acaso esta la vida primigenia?
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